Vaya leer Romanos 8:32-39. Este texto de Romanos nos dice más que tal vez cualquier otro texto de la Biblia. Tan claro y poderoso es su argumento contra el temor y la inseguridad espiritual. Dios está con nosotros, Él nos ama. Nadie ni nada puede contra nosotros; nadie nos puede acusar; nadie ni nada nos puede separar de Él. No puede ser más claro. NADIE, NADA. Ni el diablo, ni nosotros mismos podemos separarnos del amor de Dios, y Punto.
1. Definición de La Perseverancia de Los Santos: La perseverancia es el proceso de mantenerse firme hasta el fin. Se puede llamar, "La Seguridad de la Salvación", o, "La Perseverancia de los Santos". Sencillamente significa que todos los que son verdaderamente salvos perseveraran hasta el fin, y no pueden perder su salvación ni perecer eternamente.
2. La Base de la Seguridad de La Salvacion
La base de la seguridad de la salvación es la obra de Dios en la salvación. El punto básico es que la salvación NO depende de lo que nosotros hacemos, sino depende de lo que DIOS ha hecho por nosotros.
a) El nos ha ESCOGIDO y PREDESTINADO.
b) Dios nos ha llamado y amado PRIMERO; es decir, Él comenzó la obra.
Lea estos dos versículos, Filipenses 1:6 y Hebreos 12:2, y conteste la pregunta: De quién depende la salvación?
c) Él nos ha justificado, nos ha HECHO justos, santos, sin mancha, sin pecado en sus ojos (véase 2 Cor. 5:18-21 y Romanos 8:1 "No hay condenación").
d) Él nos ha adoptado como hijos Cómo va a rechazar a sus hijos de nuevo? Véase 1 Juan 3:1 y Rom. 8:15.
Podemos ver la actitud de Dios en la famosa parábola de hijo pródigo (Lucas 15:11-32). Tal vez sería mejor llamar a esta parábola: "El Padre Paciente", porque este es el personaje más sobresaliente del escenario. Él espera, pacientemente, por el regreso de su hijo pródigo. Y cuando éste vuelve, el padre le recibe con gozo, amor, y perdón. Así es Dios para con los hijos suyos.
Otra figura de Dios es la del buen pastor. En este mismo capítulo de Lucas 15, encontramos otro ejemplo de la actitud divina:
"Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?"(v. 4)
Cuánto más nuestro Dios, el buen Pastor?
Consideremos esta frase breve de Hebreos 13:5: "no te desampararé, ni te dejaré" (es una cita de textos semejantes en Deuteronomio 31:6; Josué 1:5 y 1 Crónicas 28:20). Dios promete que nunca va a abandonar a los suyos. Pero el texto gramatical es mucho más rico y extraordinario que lo que el español indica. En el texto original, o sea en el griego, la estructura es algo que se puede llamar "el negativo absoluto". Esto es porque aparecen cinco negativos sólo en esta corta frase. Sería difícil traducirlo literalmente, pero si fuera posible, sería algo como lo siguiente:
"No, yo no te dejaré ir; no, tampoco, te desampararé por ningún motivo."
Lo que Dios está diciendo es que nunca permitirá que los suyos se pierdan; ni por ellos mismos, ni por Él mismo, ni por ningún otro motivo. Es una promesa fiel. NUNCA, JAMAS nos dejará perder.
3. La Promesa de la Seguridad: La Vida Eterna. "Eterna" significa algo que nunca terminará. Juan 3:36 dice: "El que cree en el Hijo tiene vida eterna..." Si ya tenemos esta vida eterna, no es posible perderla! Según lo que leemos en 1 Juan 5:13, uno puede saber que tiene vida eterna. Entonces, si creemos en Jesucristo para nuestra salvación, podemos estar seguros de la vida eterna.
4. El Sello de la Seguridad: El Espíritu Santo. Dios nos ha sellado con el Espíritu Santo. Cuando Jesús prometió en Mateo 28:20 estar con nosotros hasta el fin del mundo, no era físicamente que iba estar. Al contrario, en pocos días, se fue! Pero, tenemos la presencia divina con el Espíritu Santo. En Juan 14:16, leemos que el Espíritu Santo está SIEMPRE con nosotros. En 2 Corintios 5:5, Pablo nos explica que Dios nos ha dado las arras del Espíritu.
Pablo nos dice que el Espíritu Santo nos es una prueba, o una confirmación de nuestra adopción: Romanos 8:15 y 16 dice: "...habéis recibido el Espíritu de adopción, por el cual clamamos, Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu , de que somos hijos de Dios."
5. La Protección de la Seguridad: Dios nos cuida. Tenemos muchas promesas de la protección divina en la Biblia. Por ejemplo, el Salmo 91 declara la protección de Dios sobre los suyos.
1. El que habita al abrigo del Altísimo, Morará bajo la sombra del Omnipotente.
2. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en él confiaré.
3. Y él te librará del lazo del cazador: De la peste destruidora.
4. Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro: Escudo y adarga es su verdad.
5. No tendrás temor de espanto nocturno, Ni de saeta que vuele de día;
13. Sobre el león y el basilisco pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón.
Esta protección no es sólo temporal, sino espiritual y eterna. Vea los versículos 5 y 13, no tenemos que temer a lo que da miedo de noche. Tenemos miedo de la oscuridad, porque no vemos nada. Es un temor de lo desconocido. Puede ser un miedo de los demonios, del diablo. El 13 refiere al león, la serpiente y el dragón. Son figuras del diablo. También puede ser miedo de la misma muerte. Pero no la tenemos que temer, porque Dios nos libera de este temor con una seguridad espiritual y eterna. Si sabemos que en Cristo ya somos más que vencedores, que ya tenemos la vida eterna, no tenemos que tener miedo ni del diablo ni de la muerte! Es un consuelo de verdad!
La protección de Dios se describe también en Juan 10:27-29, a saber:
"Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen; Y yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, mayor que todos es y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre."
Este pasaje dice que Jesús les da vida eterna a sus ovejas, y que ellas no perecerán jamás. Claro que no, si tienen vida eterna. Y ahora, vemos dos veces que estamos en las manos de Dios. Primeramente, Jesús dice que estamos es sus propias manos. Luego, dice que estamos en las manos del Padre. NADIE puede arrebatarnos de sus manos!
La protección divina incluye la protección del pecado. En 1 Corintios 10:13, leemos que Dios nunca nos permitirá que seamos tentados más que lo que podemos resistir. Dios está en control, aun de las tentaciones que sufrimos! Él nos conoce tan bien que sabe lo que podemos y lo que no podemos resistir, y siempre nos protege. Romanos 8:28 tiene una promesa similar:
"Y sabemos que Dios hace que todas las cosas ayuden para bien a los que le aman, esto es, a los que son llamados conforme a su propósito."
Dios no permitirá que nada nos quite nuestra salvación, al contrario, sigue trabajando para nuestro bien.
Pero, si acaso somos engañados, cómo es que Jesús y los apóstoles nos advierten tanto? Pues, Jesús mismo contesta esto en Mateo 24:24:
"Porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y darán grandes señales y maravillas de tal manera que engañarán, de ser posible, aun a los escogidos."
Sí, hay mucho peligro de ser engañado. Pero no para perder la salvación. Nótese como Jesús lo dice: "engañaran, DE SER POSIBLE, aun a los escogidos." En otras palabras, NO ES POSIBLE.
6. Objeciones a la Doctrina de la Seguridad de la Salvación y sus Respectivas Respuestas
Hay algunos cristianos que no creen en la seguridad de la salvación, y tienen algunas objeciones comunes que debemos poder contestar.
a) Dicen: "El cristiano no va a vigilar o a perseverar si es siempre salvo"
Respuesta: Al contrario, el verdadero cristiano va a vigilar y a perseverar PORQUE es salvo.
b) Dicen: "El cristiano va a pecar, porque cree que no hay consecuencia".
Respuesta: Pero, el verdadero cristiano odia el pecado y lucha contra el.
c) Dicen: "Hay muchos que han dejado la iglesia", como dice 2 Tim. 3:1-9; Rom. 9:6 y Mat. 7:21-23.Respuesta: Hay solamente dos posibilidades:
1) Es cristiano y va a volver a Dios (como lo hizo Pedro), o
2) No es cristiano, ni nunca fue. Fue un falso (como Judas).
d) Dicen: "Si uno comete el 'pecado imperdonable', ya no será salvo.'" véase Heb. 6:4-6 y 10:26; Mat. 12:31. Respuesta: El pecado imperdonable es el rechazo del evangelio, y el que lo hace no se salvará, porque ha rechazado el único camino.
¿Le es posible a alguien llegar estar seguro de que tiene vida eterna?
Este tema de la seguridad eterna de la salvación es un tema amplio y muy central de toda la Biblia, y uno que merece estudio cuidadoso y exhaustivo. Pero más importante es que es un tema que debemos cada uno de nosotros considerar muy claramente para asegurar de que estamos dentro de este pueblo escogido y sellado. La única manera es a través de las pruebas que Dios mismo provee. Por ejemplo, como hemos leído anteriormente, la primera epístola de Juan tiene este propósito: "para que sepáis que tenéis la vida eterna"(5:13). Israel Tapia
Además encontramos esta certeza bajo ciertas pruebas específicas:
a. La Prueba de Fe Primero(Romanos 10:9-10), hay que examinar nuestra creencia. Si tenemos fe en Cristo para la salvación, como es la única condición de salvación que la Biblia establece, entonces, ya pasamos la prueba. Claro, hay que tener una fe auténtica, y fe en la verdad. Juan establece que tenemos que tener una teología correcta, en el versículos como:
1 Juan 2:21: "No os escribo porque desconozcáis la verdad, sino porque la conocéis y porque ninguna mentira procede de la verdad. Quién es mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo: el que niega al Padre y al Hijo. Todo aquel que niega al Hijo tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo tiene también al Padre."
Entonces la primera prueba es, examinarse si verdaderamente ha creído en Cristo para salvación, según lo que dice la Biblia.
b. La Prueba Moral: Segundo, hay una prueba moral, no como otra condición, sino como confirmación de la primera prueba, la doctrinal. Leemos en 1 Juan 2:5: "pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por eso sabemos que estamos en él."
Los que hemos creído, experimentamos un cambio moral en nuestra vida. Es una confirmación del primer cambio, que es el recibir la vida eterna. Si no se ve este segundo cambio, es probable que el primero tampoco se hubo dado. De nuevo, cada uno debe examinarse para ver si existe este cambio interno que sirve como prueba de la salvación.
Estemos seguros, hermanos, de nuestra salvación. Y seamos buenos testimonios de lo que Cristo ha hecho en nosotros.